sábado, 13 de junio de 2009




Pues mi artículo va sobre la revolución cubana,

todos lo políticos más famosos y polémicos ...

Cuba a tenido una larga revolución que todavía continúa

espero que os guste....**







fidel castro




REVOLUCIÓN CUBANA:





La independencia de Cuba :
La expresión revolución cubana es una fórmula polisémica que es utilizada para hacer sólo referencia a un acontecimiento puntual, la caída de
Batista y la toma del poder por parte del Movimiento 26 de Julio liderado por Fidel Castro, y en otras para hacer referencia a un período mayor de la historia cubana, el que se inició con el triunfo del movimiento revolucionario y continuó con el desarrollo del plan de gobierno liderado por Castro. En casi todas las ocasiones, sin embargo, la mayor parte de los historiadores coinciden en afirmar que la revolución cubana debería ser analizada como un largo proceso que se inició en el momento de la guerra de la independencia de Cuba, en 1898, y que, por lo tanto, se trataría de un proceso que acompañó a la historia de todo el s. XX cubano.


El poder estadounidense :
historiadores han ubicado los antecedentes lejanos de la revolución cubana en las consecuencias de la guerra de la independencia de Cuba de España (1898). Un conflicto bélico devastador que arrasó el territorio y dejó exhaustos a los contendientes, España y Cuba, lo que facilitó la intervención estadounidense.
A la intervención armada siguió la ocupación militar, y al finalizar ésta, en 1902, la independencia cubana sólo era una fórmula. Por la Enmienda Platt, la reciente república había perdido toda capacidad para firmar tratados, a la vez que autorizaba a los estadounidenses a intervenir para mantener un gobierno idóneo que protegiera la vida, la propiedad y la libertad individual. Asimismo, el
principal producto de exportación cubano, el azúcar, se dirigiría fundamentalmente al mercado estadounidense y el espacio económico cubano
quedaba bajo control extranjero, estadounidense mayoritariamente. Junto a ello, se produjo la monopolización del poder político de la isla en manos de un solo partido que procuraba mantenerse en el poder por medio de permanentes reelecciones que, en ocasiones, se resolvieron con conflictos armados (1906 y 1917). Sin embargo, en la década de 1920, los primeros cubanos nacidos bajo la república comenzaron a participar en política y esos primeros contactos estuvieron orientados por un interés en cambiar el sistema en su conjunto. Una vocación que se canalizó inicialmente a través de nuevas corrientes artísticas, literarias, historiográficas e intelectuales, en la reforma universitaria y en la gestación de un nuevo programa político con cabida para el nacionalismo, el antiimperialismo, la redistribución de los ingresos y la justicia social.

En 1923, la Junta de
Renovación Nacional Cívica denunció la corrupción de los cargos públicos y se constituyóNaciona la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). En 1925 se crearon la primera organización obrera nacional, la Confederación l Obrera de Cuba (CNOC) y el Partido Comunista Cubano (PCC).


• La crisis de 1930:
En 1930, a la crisis política e institucional se sumó la crisis económica originada en la depresión mundial, que redujo la producción de azúcar en un 60 %. Junto a ello, Estados Unidos implantó el arancel Hawley-Smoot, una medida proteccionista que aumentó los derechos de importación del azúcar cubano. Hubo varias huelgas generales, muchas de las cuales acabaron en violentas represiones que pusieron a Cuba al borde de la revolución en 1933.
La situación resultaba preocupante para Estados Unidos, a quien también preocupaba, y quizá aún más, el proceso emprendido por la economía cubana de sustitución de importaciones, que había hecho decrecer las importaciones estadounidenses y que determinó una caída de los ingresos de la isla de 191 millones de dólares en 1923 a 22 millones en 1933. Para poner fin a la inestabilidad política cubana y para recuperar el control de los mercados, Washington designó a Sumner Welles, embajador en Cuba con instrucciones en ambos sentidos, quien procuró forzar la renuncia del presidente Gerardo Machado, entre otros motivos por incumplimiento de la Enmienda Platt, obtenida finalmente por el ejército en agosto de 1933.
Carlos Manuel de Céspedes fue designado sucesor de Machado, pero la tranquilidad política, institucional y económica no se recuperó por diversos motivos, entre ellos porque las organizaciones estudiantiles, obreras y el Partido Comunista consideraban insuficiente la sustitución de una figura por otra sin modificaciones institucionales mayores.



• La reacción: "Cuba para los cubanos":
Céspedes fue derrocado poco después por un movimiento que tuvo por origen la revolución de los Sargentos, un motín de militares de baja graduación liderados por el sargento Fulgencio Batista, contra los altos mandos del ejército, a quienes se unieron algunos líderes antigubernamentales civiles, con los que se conformó una junta revolucionaria cívico-militar
compuesta por Ramón Grau San Martín, Porfirio Franca, Guillermo Portela, José Irizarri y Sergio Carbó que proclamó la instalación de un Gobierno Revolucionario Provisional. Un gobierno compuesto por sargentos y estudiantes radicales originó una corriente de oposición más violenta y generalizada, a la vez que constituyó la mejor excusa para que Welles recomendara una nueva intervención estadounidense.
Ante ello, el Gobierno Revolucionario Provisional disolvió la Junta y designó a Grau San Martín como presidente, al tiempo que ascendía a Fulgencio Batista al empleo de coronel y lo nombraba jefe del ejército. Bajo el lema "Cuba para los cubanos", y aunque con crecientes fracturas entre el sector estudiantil y el militar, el gobierno creó un conjunto significativo de leyes reformistas en lo económico, lo social y lo político, la derogación de la Enmienda Platt entre muchas otras. Se trataba del primer gobierno, desde la independencia, que se constituía sin el apoyo o beneplácito de Estados Unidos. Sin embargo, Welles comenzó a explotar hábilmente las disensiones entre estudiantes y militares participantes del Gobierno con el objeto de lograr que fuese nuevamente el ejército quien lo derrocase. Para ello se dirigió a Batista, quien en 1934 retiró su apoyo a Grau San Martín y respaldó a Carlos Mendieta, un viejo político liberal, representante del antiguo régimen.
Ante ello, algunos integrantes del Gobierno Revolucionario Provisional constituyeron el Partido Revolucionario Cubano (PRC/Auténtico) y otros formaron una organización revolucionaria clandestina, la Joven Cuba, que adoptó la lucha armada para derrocar al nuevo Gobierno. En 1935, una huelga general acabó con la proclamación de la ley marcial, la instalación de la tortura, la ilegalización de los sindicatos, la ocupación de la universidad y la formación de pelotones de fusilamiento. El Gobierno de Mendieta cayó y se reforzó el poder de Batista y de las fuerzas armadas, poder que no dejó de crecer en toda la década de 1930, apoyado por Estados Unidos y por la mejora de las condiciones económicas a que dio lugar la sanción de un nuevo tratado económico de reciprocidad, el Tratado Permanente (1934), forma legal de la Enmienda Platt.



• Las presidencias de Batista y de los Auténticos:
La nueva situación política y económica abrió el camino para la reforma de la Constitución, claramente progresista, promulgada en 1940. Contemplaba elecciones libres, sufragio universal y la realización de referéndums, horarios laborales máximos y mínimos, pensiones, indemnizaciones, derecho a huelga y garantías contra el desempleo, aunque poco de ello se puso en práctica.
Con la nueva Constitución se convocó a elecciones, a las que se presentaron Batista y Grau San Martín, que regresó del exilio, y en las que triunfó el primero por casi el doble de votos. Durante la presidencia de Batista (1940-1944), la entrada de Cuba en 1941 en la I Guerra Mundial le facilitó la obtención de préstamos por parte de Estados Unidos. El decrecimiento de la producción azucarera en Europa y Asia, otra consecuencia del conflicto, expandió sustancialmente los mercados compradores de la producción de la isla.
No obstante, la guerra trajo también la contracción del mercado de lujo europeo de los cigarros cubanos y del turismo, lo que incrementó el descontento, y en las siguientes elecciones triunfó Grau San Martín frente al candidato de Batista, Carlos Saladrigas. La victoria de los Auténticos fue recibida con una enorme expectación popular. No obstante, ni el Gobierno de Grau San Martín (1944-1948) ni el de su sucesor, Carlos Prío Socarrás (1948-1952), respondieron a las esperanzas que habían despertado y ello a pesar de las condiciones económicas favorables para Cuba que habían creado la II Guerra Mundial y la posguerra.
A la mala administración, la corrupción y la ineficacia, y a una escasa diversificación de una economía que seguía dependiendo de un producto principal, el azúcar, se sumó una crisis política en la que el Partido Comunista adquirió el nombre de Partido Socialista Popular (PSP), a la vez que del Partido Auténtico se escindieron los Ortodoxos.



La revolución castrista:
En 1952, Batista, apoyado por los militares y con el beneplácito de empresarios, el mundo financiero y de Estados Unidos, derrocó al Gobierno de los Auténticos y prometió elecciones para el año 1954.
La oposición a Batista se forjó fuera de las estructuras habituales de los partidos, por lo que fracasó, incluido el ataque liderado por Fidel Castro el 26 de julio de 1953 contra el cuartel de Moncada en Santiago de Cuba. Sin embargo, la audacia de esta acción colocó a Castro en posición de liderar la oposición a Batista e hizo de la lucha armada el medio de oposición de la época por excelencia.
En las elecciones de 1954, en las que los principales partidos se negaron a participar, triunfó Batista por amplia mayoría, a partir de lo cual se negó sistemáticamente a participar de cualquier intento de diálogo, negociación o reiteración de elecciones. A finales de 1955, los choques entre una serie de manifestaciones estudiantiles y el ejército persuadieron a los primeros de la conveniencia de constituir un movimiento revolucionario, el Directorio Revolucionario, clandestino.



• La guerrilla en la sierra Maestra:
años después del ataque contra el cuartel de Moncada, Castro organizó otro levantamiento en Santiago, que fue liquidado antes de que él y sus acompañantes, que constituyeron el Movimiento 26 de Julio, desembarcaran del Granma, en el que regresaban de México (1956).

Tras internarse en la sierra Maestra, el grupo guerrillero Movimiento 26 de Julio, liderado por Fidel Castro, desencadenó una guerra de guerrillas que acabaría con el régimen de Fulgencio Batista
Los supervivientes del Granma se refugiaron en la cordillera del sudeste y comenzaron una guerra de guerrillas desde la sierra Maestra, a la que se unieron los propios habitantes de la sierra, inicialmente dirigida contra la Guardia Rural, en tanto que expresión más clara del poder de Batista y sobre la que obtuvieron sus primeros triunfos a comienzos de 1957.
Esos triunfos sirvieron para dar a conocer a los habitantes de la isla lo que estaba sucediendo en la sierra Maestra y atraer a integrantes para la causa, a la vez que para sacar a las fuerzas gubernamentales de las ciudades para que actuaran en el ámbito rural. Una actuación lo suficientemente arbitraria como para incrementar la oposición de la población rural hacia el Gobierno y proporcionar nuevos apoyos para la guerrilla, que se expandió significativamente durante 1957 y 1958.
A mediados de 1958, una nueva columna al mando de Raúl Castro estableció el segundo frente en el noreste. Poco después, una nueva columna liderada por Juan Almeida abrió otro frente cerca de Santiago; en abril, Camilo Cienfuegos abandonó la sierra Maestra y otra columna se instaló al este del pico Turquino, liderada por Ernesto Che Guevara.

Conversación entre Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, líderes indiscutibles de la revolución que, tras la huelga general obrera y el apoyo del ejército rebelde, puso fin a la dictadura de Fulgencio Batista
A la expansión de la lucha en el ámbito rural se sumó la resistencia urbana, entre cuyos movimientos clandestinos destacaba el movimiento de Resistencia Cívica, que desarrollaba actos de sabotaje y terrorismo en las principales ciudades de la isla. Sin embargo, la oposición al régimen de Batista no estaba circunscrita al ámbito civil ya que, a una primera conspiración en el seno del ejército en 1956, siguieron otras en los años siguientes, que dieron como resultado que a fines de la década de 1950 Batista ya no contara con un ejército seguro con que combatir la oposición civil y popular.
Si bien la crisis parecía fundamentalmente una crisis política, había también causas socioeconómicas. El azúcar ya no sostenía por sí solo el crecimiento económico de la isla, a pesar de que todos los sectores de la economía, de una u otra manera, dependían de él. La mayor parte de los servicios básicos –teléfono, electricidad, bancos, ferrocarriles– se hallaba en manos del capital estadounidense, cuya inversión alcanzó la cifra máxima de mil millones de dólares en 1958. Junto a ello, existía una singular desproporción en la distribución de la propiedad y los ingresos. Sólo el 10 % de la población rural tenía agua corriente y electricidad, y la mayor parte de ella carecía de atención médica y de servicios educativos.
Hacia finales de 1958, el Movimiento 26 de Julio inició una campaña sistemática contra la propiedad y la producción de azúcar, mayoritariamente en manos extranjeras o de la elite –cuatro mil personas eran dueñas de la mitad del territorio de la isla y once empresas controlaban la mitad de la producción de azúcar– El lema de dicha campaña fue "O Batista sin la zafra o la zafra sin Batista", y puso la tensión al máximo al centrarse como principal objetivo en la destrucción de la cosecha de azúcar.

Distribución y avance de las fuerzas revolucionarias cubanas. Gracias al apoyo del campesinado y parte del clero, el número de rebeldes seguidores de Fidel Castro aumentó a medida que se abrían nuevos frentes de batalla.
• La toma de La Habana (1959)
El 1 de enero de 1959 la expansión del movimiento antigubernamental, la crisis del sistema productivo y comercial causada por la acción de la guerrilla urbana y rural y la pérdida del apoyo de Estados Unidos por parte de Batista aceleraron la caída del Gobierno.
Mientras el movimiento guerrillero avanzaba desde la sierra Maestra hacia la capital, el general Eulogio Cantillo destituyó a Batista y nombró presidente provisional a Carlos Piedra, un golpe de estado que fue rechazado por el Movimiento 26 de Julio y contra el que Castro llamó a la huelga nacional.
Poco después el coronel Ramón Barquín, al mando del ejército, entregó el gobierno del campamento de Columbia al Che Guevara y a Cienfuegos y, una semana después, Castro entraba en La Habana. La revolución había llegado al poder. El "ejército rebelde" sustituyó al anterior, los cargos de gobierno fueron asumidos por los jefes revolucionarios y unos y otros se abocaron a la reconstitución de la sociedad cubana.
Uno de los objetivos de Castro y el Movimiento 26 de Julio era la afirmación del nacionalismo cubano. Si bien inicialmente se habían referido a la necesidad de expropiar las empresas extranjeras, en los últimos tramos de la guerra aparcaron ese objetivo y, al contrario, en febrero de 1959 Castro, como primer ministro, dio la bienvenida a las inversiones extranjeras y anunció un viaje a
Estados Unidos para contactar con el Gobierno estadounidense, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Una ayuda que, durante el viaje, Castro decidió no solicitar, por considerar que la revolución era imposible sin una ruptura con Estados Unidos, porque era necesaria una reforma agraria, de la industria, la azucarera entre ellas, de los servicios y de los recursos, los mineros entre otros.

Cartel con la imagen de Ernesto Che Guevara, editado en Cuba con motivo de la celebración del día del Guerrillero Heroico, que tiene lugar en 8 de octubre, fecha de 1967 en que fue apresado en Bolivia y posteriormente fusilado.
La revolución radicalizada
La ley de Reforma Agraria promulgada en mayo de 1959 tuvo inicialmente un carácter moderado puesto que estableció que sólo se expropiarían las propiedades que excedieran las 400 hectáreas, es decir, que se respetaba la pequeña y mediana propiedad.
Poco después surgieron los primeros problemas entre los integrantes del movimiento revolucionario. El jefe de la fuerza aérea, Pedro Luis Díaz Lanz, abandonó el puesto y se exilió en Estados Unidos argumentando infiltraciones comunistas en el gobierno. El presidente Manuel Urrutia fue obligado a renunciar y fue sustituido por Osvaldo Dosticón, presidente hasta 1976. Huber Matos, comandante de la provincia de Camagüey y uno de los líderes de la revolución, dimitió junto a catorce oficiales por la creciente presencia comunista en el régimen, fue arrestado y pasó casi veinte años en la cárcel, lo que lo convirtió en un símbolo de la resistencia y de la oposición al régimen castrista. Hacia finales de 1959, la mayoría de los moderados que participaban en el gobierno fueron compelidos a abandonarlo y de los veintiún ministros iniciales doce habían abandonado el gobierno.

• La revolución socialista y la crisis de los misiles
El tema del comunismo tenía directa relación con los vínculos entre Cuba y la Unión Soviética, con quien el Che Guevara realizó los primeros contactos oficiales en El Cairo en junio de 1959. Unos contactos que condujeron a la firma de un primer acuerdo económico en febrero de 1960.
A causa de ello, las relaciones entre Cuba y Estados Unidos no hicieron sino empeorar, y cuando en 1960 Castro solicitó a las compañías petroleras que refinaran crudo comprado a la Unión Soviética y se negaron, fueron expropiadas. Poco después se expropiaban todas las grandes empresas industriales y agrícolas estadounidenses, las empresas de comercio al por mayor y menor, Estados Unidos retiraba su embajador de la isla en octubre de 1960 y las relaciones diplomáticas se rompieron en enero de 1961. A partir de entonces, y fundamentalmente entre 1960 y 1962, Estados Unidos favoreció la inmigración cubana de disidentes interesados en derrocar al gobierno de Castro. Se cosntruyó así, en marzo de 1961, el Consejo Revolucionario Cubano, liderado por José Miró Cardona, que organizó la Brigada 2506 en Nicaragua y Guatemala era obajeto de invadir la isla.
El 15 de abril de 1961 aviones pilotados por exiliados cubanos apoyados por efectivos de la CIA bombardearon varios campos de aviación de Cuba y el 17 la Brigada 2506 desembarcó en Playa Girón, en la bahía de Cochinos. Todas las fuerzas de resistencia cubana fueron movilizadas y, lideradas por Castro en persona, derrotaron a los invasores e hicieron más de mil prisioneros, que fueron canjeados posteriormente por medicinas y otras manufacturas estadounidenses.

Exiliados cubanos hechos prisioneros por las fuerzas del Gobierno de Fidel Castro tras la fallida invasión, el 14 de abril de 1961, de la bahía de Cochinos, que contaba con el apoyo del gobierno de Estados Unidos
Poco después Castro anunciaba que la de Cuba era una revolución socialista y en diciembre de 1961 hacía pública su condición de marxista-leninista. Ese mismo año se fundó un nuevo partido comunista llamado Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), producto de la fusión del Movimiento 26 de Julio, el Directorio Revolucionario y al antiguo Partido Comunista, el PSP, que cambió su nombre en 1963 por el de Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS).
A mediados de 1962, consolidado el Gobierno revolucionario, Raúl Castro, ministro de las Fuerzas Armadas, viajaba a la Unión Soviética en busca de apoyo militar, a cambio del cual Moscú instaló misiles estratégicos en Cuba. El presidente estadounidense, John Fitzgerald Kennedy, solicitó la retirada de los misiles y el compromiso de que los soviéticos no instalaran más misiles en el futuro. La Unión Soviética aceptó retirarse a cambio de que Estados Unidos no invadiera Cuba, condiciones cuyo cumplimiento fue supervisado por Naciones Unidas. La resolución de la crisis de los misiles, que tuvo en vilo al mundo por unos días, significó el fin de la presencia estadounidense en la isla.

• Las reformas económicas
Una nueva ley de Reforma Agraria de 1963 decidió la expropiación de todas las propiedades que excedieran las 63 hectáreas, con lo que la mayor parte de las tierras fueron distribuidas entre los trabajadores y las demás constituyeron haciendas estatales que daban trabajo a la mano de obra desocupada de las áreas rurales. No obstante, el apogeo del proceso de colectivización se produjo en 1968 con la "ofensiva revolucionaria", cuando el estado asumió la propiedad y administración de todas las actividades productivas de la isla, con la sola excepción de una pequeña parte de la producción agrícola.
Se proyectó también una política industrializadora organizada inicialmente por el
Che Guevara como ministro de Industria. Sin embargo, un enfrentamiento dentro del gobierno y del equipo dirigente a porpósito de la política industrial a seguir acabó con el abandono del ministerio por parte del Che Guevara, quien en 1965 marchó a África y América del Sur con el objetivo de expandir la revolución. En uno de estos países, Bolivia, fue asesinado a finales de 1967. Muerto el Che, su figura fue mitificada por el régimen castrista y se convirtió en un ídolo revolucionario. Los fracasos en la industrialización aconsejaron reforzar la producción de productos primarios, azúcar nuevamente, y minerales, níquel, fundamentalmente.
Las reformas del aparato productivo y del mercado y la estructura laboral no evitaron la gran crisis económica cubana de 1970, que comenzó a remitir a mediados de esa misma década gracias nuevamente al incremento del precio del azúcar en los mercados internacionales y a la modificación de la administración de la economía a través de los primeros planes quinquenales –el primero de ellos fue el de 1976-1980–. No obstante, a finales de esa misma década se produjo una nueva recesión que relanzó la emigración en los primeros años de la década de 1980.
Se trataba de una recesión en la que nuevamente influyó la caída del precio del azúcar, especialmente el precio que pagaba por él la Unión Soviética. Empujada ésta por sus propios problemas económicos, rebajó el precio en una sexta parte en los primeros años de 1980. A ello se sumó la participación cubana, en muchos casos a través de sus mejores técnicos y trabajadores, en las guerras africanas y en las campañas de intervención en el extranjero.

En 1961, en un intento de alcanzar la cuota de producción de azúcar fijada por el gobierno revolucionario, cientos de voluntarios cubanos participaron en las tareas de la zafra.
En la segunda mitad de la década de 1980, la perdurabilidad de los problemas económicos aconsejó a Castro el inicio de un proceso llamado de rectificación, consistente en abandonar el mercado para mejorar la producción y tornar más eficiente al sistema.

• Las reformas sociales
En la década inmediatamente posterior al triunfo del movimiento revolucionario se produjo un baby boom, debido probablemente a la mejora de las condiciones de vida de las capas más bajas de la población, el estímulo por parte del Gobierno de la legalización de las uniones y la interrupción del suministro de anticonceptivos producto del embargo comercial decretado por Estados Unidos, por el que la tasa de natalidad aumentó un tercio en relación con la de finales de 1950.
En relación con ello y con la situación general de la sociedad cubana, el Gobierno estableció dos áreas prioritarias de atención social, la educación y la salud.
Las campañas masivas de alfabetización y la apertura de múltiples nuevas escuelas redujeron el analfabetismo a menos de la mitad entre 1970 –13 %– y 1979 –6 %–. Asimismo, entre finales de la primera mitad de la década de 1970 e igual momento de la década de 1980 se incrementó en casi un 400 % la inscripción en los institutos de enseñanza secundaria. La educación universitaria no mostró niveles de crecimiento similar y se priorizó desde el Gobierno el desarrollo de las carreras técnicas en detrimento de las humanidades y las ciencias sociales. Un número significativo de escritores cubanos se estableció en el extranjero, al tiempo que la investigación básica y aplicada en medicina, en la agricultura, especialmente de azúcar, y las infraestructuras fueron los campos prioritarios de todos los planes gubernamentales y los de mejores logros.

El año 2001 fue declarado por el Parlamento cubano "Año de la Revolución victoriosa en el nuevo milenio", en conmemoración del cuarenta aniversario de la proclamación de la revolución. Pancarta alusiva a esta conmemoración en una calle de La Habana.
En directa relación con ello y con el objetivo de dar cumplimiento a una de las primeras manifestaciones del gobierno revolucionario según la cual la asistencia sanitaria constituía un derecho de todos los ciudadanos, se constituyó una red sanitaria que garantizó la atención gratuita de toda la población a través de nuevos hospitales y clínicas en ámbitos urbanos y rurales. La ruptura con Estados Unidos y el incremento de la emigración también afectaron al campo de la atención de la salud por la pérdida de muchos profesionales formados y por el corte de suministros de materiales, medicinas e instrumentales importados. No obstante, a inicios de la década de 1980, la mortalidad infantil había decrecido en casi un 20 % y los índices de morbilidad habían descendido en casi todas las enfermedades, especialmente las vinculadas a la pobreza, como las diarreas y la tuberculosis.



El aislamiento del régimen cubano:
La caída del muro de Berlín y la desmembración de la Unión Soviética tuvieron consecuencias para Cuba por la pérdida de parte de sus mercados, pero también por la situación de aislamiento político en que quedó. Si bien el bloqueo estadounidense se mantuvo, en los últimos años del s. XX y en los primeros del s. XXI se produjeron cambios en el país y en sus relaciones internacionales, algunos de ellos particularmente significativos, como las visitas intercambiadas entre Castro y el papa Juan Pablo II, la autorización de algunas inversiones extranjeras en la isla y la autorización por parte del gobierno estadounidense para que los ciudadanos de ese país pudieran volver a visitar Cuba.



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